La DEA y el Departamento de Justicia acusaron a 24 personas en California de ser parte de una red del Cártel de Sinaloa que operaba con grupos vinculados con la banca clandestina china para blanquear recursos.
No es casualidad que el primer contacto oficial que tuvo la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum con el gobierno de Estados Unidos haya sido con la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall (dos días después mantuvo una conversación telefónica con la vicepresidenta Kamala Harris).
El tema de la seguridad no sólo es el que más preocupa a la población, 59%, de acuerdo con la última encuesta de El Financiero, sino que lo ve como el principal desafío de la próxima administración, contra 19% que opina que es la economía.
Es el que más preocupa, junto con la migración a Estados Unidos, sea Joe Biden o Donald Trump el próximo ganador de las elecciones del 5 de noviembre en la Unión Americana.
Muchos creen que es un tema electoral. Claro que es un capítulo que tendrá su espacio, lo tiene ya, en las campañas estadunidenses, pero se olvida que las agencias estadunidenses pueden cambiar, sólo en algunos casos, de mandos con las nuevas administraciones, pero sus investigaciones, políticas, sus objetivos, se mantienen.
Hay varios indicios que muestran que, en el inicio de la administración de Sheinbaum, el tema de seguridad va a estar muy movido en su relación con EU.
Para ese mismo día, está fijada la segunda audiencia de preparación del juicio contra Ovidio Guzmán, el hijo de El Chapo Guzmán y considerado por Estados Unidos, junto con sus hermanos, el principal introductor de fentanilo en ese país, una droga que provoca cien mil muertes al año por sobredosis, una cifra insostenible para cualquier gobierno estadunidense (en dos años tienen la misma cantidad de muertos por sobredosis de fentanilo y derivados que los homicidios que hemos tenido en México en todo el sexenio).
En la audiencia del lunes pasado, se postergó la fecha hasta el 1º de octubre porque la fiscalía argumentó que tiene nuevas pruebas y testimonios en contra de Ovidio Guzmán que, según muchos observadores, coinciden con la llegada de Néstor Isidro Pérez Salas, El Nini, que fue extraditado a Estados Unidos sin que su defensa interpusiera amparo alguno para evitarlo.
Si bien originalmente El Nini, jefe de sicarios de Los Chapitos y uno de sus más cercanos amigos (crecieron juntos), se declaró inocente, se especula que estaría negociando con las autoridades estadunidenses para convertirse en colaborador de las mismas, como han hecho muchos otros importantes narcotraficantes extraditados a la Unión Americana, para atestiguar contra el Cártel de Sinaloa y Los Chapitos, en investigaciones que tendrían relación con los últimos años.
El juicio se lleva en una corte de Chicago.
Unos días después, según se informó ayer, está contemplado que el juez Brian Cogan, en la corte de Nueva York, anuncie la sentencia contra Genaro García Luna, que se ha aplazado una y otra vez por nuevas pruebas y argumentos que ha presentado la defensa.
Es una hipótesis aventurada, casi nunca ocurre en casos federales, pero lo que busca la defensa es que se anule el juicio que concluyó en febrero de 2023.
La sentencia se ha aplazado varias veces y ahora se espera que para el nueve de octubre la defensa pueda llevar nuevas pruebas para anular algunos cargos o el juicio en su totalidad.
Ayer mismo, la DEA y el Departamento de Justicia acusaron a 24 personas en California de ser parte de una red del Cártel de Sinaloa que operaba con grupos vinculados con la banca clandestina china para blanquear recursos, unos 50 millones de dólares se han descubierto e incautado, de esa organización criminal.
El comunicado agradece la cooperación de autoridades de China y de México, y dice que algunos cómplices fueron detenidos, incluso después de haber huido de la Unión Americana.
Están acusados de distribuir cocaína, metanfetaminas y fentanilo, de lavado de dinero y de transferencias de recursos desde casas de cambio clandestinas chinas hacia el extranjero vía criptomonedas.
La red del Cártel de Sinaloa operaba en California y con la ayuda de una empresa de transferencia de dinero con sede en San Gabriel Valley y a través de la casas chinas, procesaba dinero del narco proveniente de Los Ángeles.
La directora de la DEA, Anne Milgram, ante los resultados de esta investigación, declaró que “la codicia implacable, la búsqueda de dinero, es lo que mueve a los cárteles mexicanos de la droga, responsables de la peor crisis de la droga en la historia de Estados Unidos… esta investigación de la DEA descubrió una asociación entre socios del Cártel de Sinaloa y un sindicato criminal chino que operaba en Los Ángeles y China para blanquear el dinero de la droga.
El blanqueo de dinero procedente del narcotráfico proporciona al Cártel de Sinaloa los medios para producir e importar su veneno mortal a EU”.
La combinación de la banca clandestina china en el tema es la otra pata del trípode del tráfico de fentanilo ilegal que se exporta desde ese país, se procesa en México y se exporta a la Unión Americana donde se distribuye, consume y en muchos casos mata.
De alguna forma tiene que circular el dinero entre los tres países y el que se acaba de descubrir en California es uno de esos mecanismos.
Todo eso está en la agenda bilateral.
Y, por si fuera poco, en Michoacán agredieron a inspectores del Departamento de Agricultura de la Unión Americana, con la consiguiente suspensión de la exportación de aguacates.
Ese problema se solucionará pronto, todo lo demás son temas de largo aliento.