Las Fuerzas Armadas han crecido exponencialmente en sus labores.
Circulan por las redes sociales documentos que supuestamente revelan el que será el próximo gabinete presidencial. Yo no les creo nada. Son las típicas filtraciones de interesados en que sus nombres aparezcan en los medios. Le corresponderá a la nueva Presidenta presentar a los hombres y mujeres que la acompañarán en la gobernanza del país, cosa que hará esta semana, según informó.
A continuación, una lista de aspectos a tomarse en cuenta del anuncio que próximamente hará Sheinbaum.
En primer lugar, cuántos de los miembros del gabinete ampliado del presidente López Obrador repiten, ya sea en el mismo lugar o en uno diferente. En su columna en El Financiero del lunes, Raymundo Riva Palacio reveló que el actual mandatario está presionando a su sucesora para colocar a gente cercana a él y así mantener su influencia política. Ya conociendo los nombres, veremos hasta qué punto cedió Sheinbaum otorgándole piezas a AMLO y dónde, porque no es lo mismo ser secretario de Gobernación que director general de Nacional Financiera.
Por lo pronto, ya sabemos que repetirá uno: Rogelio Ramírez de la O, como titular de Hacienda. Es una buena decisión, tomando en cuenta el gran desafío que tendrá la nueva Presidenta para corregir las finanzas públicas que se desequilibraron este año con la decisión de aumentar sustancialmente el déficit presupuestal.
Aunada a esta decisión, será importante saber quién se convierte en director general de Pemex. La empresa pública está quebrada y se ha transformado en una máquina de perder dinero. El erario ha tenido que entrar a rescatarla con miles de millones de pesos en subsidios. Dependiendo de a quién nombre Claudia como su nuevo titular, observaremos hasta qué punto hay voluntad de resolver a fondo el problema financiero pero, sobre todo, el operativo de una corporación que causa una creciente hemorragia de dinero público.
Muy importante será ver a quiénes nombra como sus operadores políticos. No necesariamente tiene que ser el secretario de Gobernación. Presidentes anteriores han utilizado otros puestos para operar la política del Ejecutivo federal (Julio Scherer con AMLO, Liébano Sáenz con Zedillo, por ejemplo). Ya sabemos que en el Congreso operarán Adán Augusto López Hernández como coordinador parlamentario de Morena en el Senado y Ricardo Monreal en la Cámara de Diputados. No son cuadros que vengan del claudismo y, por tanto, se requerirá alguien de la confianza de la Presidenta para operar cerca de ellos y sacar la agenda legislativa.
Muy importante será el nuevo secretario de Economía. Tomando en cuenta que viene la “cláusula sunset” del Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá en 2026, deberá ser alguien capacitado con el fin de llevar a buen puerto esta evaluación y renegociación de uno de los pilares económicos del país. Obvio, el candidato a ocupar esta posición es Marcelo Ebrard, quien ya conoce el estilo de negociar de Donald Trump, en caso de que el republicano gane las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre próximo.
Centrales en el gabinete serán los secretarios de la Defensa Nacional y de la Marina. Las Fuerzas Armadas han crecido exponencialmente en sus labores durante este sexenio ocupando espacios que antes realizaban los civiles. Hoy, más que nunca en el México contemporáneo, tienen poder político y económico. Los agraciados, además, deberán recibir y acatar órdenes de una mujer por primera vez en la historia. ¿Qué tanto influirá López Obrador en la decisión de estos dos funcionarios claves?
Relacionado con esto, se encontrará el titular de Seguridad y Protección Ciudadana. La inseguridad es el tema que más preocupa a los mexicanos y donde el actual gobierno ha heredado malos resultados. En la práctica, hoy la seguridad la llevan las Fuerzas Armadas. ¿Pondrá Claudia a un secretario que siga manteniendo las apariencias de que los civiles están a cargo o se atreverá a encargarle el despacho a un civil con la disposición de enfrentarse al Ejército y la Marina para resolver un problema que, durante ya tres sexenios, han fracasado en solucionar los militares?
Ni hablar de la secretaria de Bienestar. Los programas sociales son el pilar político de este gobierno. Han sido un exitazo que en gran medida explica el tsunami electoral guinda del dos de junio pasado. El sentido común diría que Ariadna Montiel tendría que repetir en el puesto, pero un gabinete presidencial no se arma con ese sentido como prioritario.
Finalmente, espero ver a un gabinete más serio y profesional que el de AMLO. Si Claudia es la “4T con menos micrófono y más Excel”, según Jorge Zepeda, pues eso se tiene que reflejar en colaboradores que sepan tomar decisiones con base en números y no en ocurrencias.