Hartos: son demasiados

Hartos: son demasiados
  • Los clubes cambian de camiseta cada seis meses, se juegan dos liguillas, tenemos Play Inn. Esto ya es una locura. Y la selección buscando a la desesperada rivales como Nueva Zelanda y Canadá para darle chamba a Javier Aguirre.

Futbol y futbol y más futbol. El negocio está por explotar porque hay demasiada oferta y el consumidor se está alejando. Es demasiado futbol. Y la gente está harta.

Los jugadores necesitan vacaciones, los entrenadores despejarse y los aficionados, sí, ellos, en quienes sólo piensan en cómo sacarles dinero, están hartos de tanto futbol.

Los clubes cambian de camiseta cada seis meses, se juegan dos liguillas, tenemos Play Inn. Esto ya es una locura.

Y la selección buscando a la desesperada rivales como Nueva Zelanda y Canadá para darle chamba a Javier Aguirre.

Tendría que haber una orden que llegara desde Suiza, en las oficinas generales de la FIFA, que dijera que durante un mes no hay nada. Junio u julio, el que usted quiera, pero un mes completo.

Los dueños del negocio quieren más y más y ya se dieron cuenta de que no hay ya de dónde más rascar. Hay un presupuesto para el futbol mexicano y los dueños siguen exprimiendo al máximo el negocio en aras de ganar más dinero.

La realidad es preocupante. Las camisetas originales de los clubes en México ya casi no se venden si las están cambiando y cambiando.

Y hasta en la selección se sacaron un diseño extraño para vender más playeras y luego, según se acerque el Mundial, sacarán la playera para el 2026.

El dueño quiere que el aficionado vaya al estadio y viva la experiencia completa. Que vaya con esposa y con hijos sin importar lo que ellos piensan de la seguridad y, además, que compren la playera nueva y que consuman y consuman y sigan consumiendo.

Y a eso súmale el nivel de juego que se ofrece al pobre aficionado que, con el paso de los años y decepciones, ha elegido otras cosas en lugar del futbol en su tiempo libre.

Ya los perdieron.

Están hartos.