El Papa Francisco aseguró que la Inmaculada, cuya Solemnidad se celebra este domingo 8 de diciembre, “no es un mito, ni una doctrina abstracta, ni un ideal imposible; sino que es la propuesta de un proyecto hermoso y concreto” para toda la humanidad.
Al contemplar a María, concebida sin pecado original, el Papa advirtió que “el riesgo, sin embargo, sería pensar que se trate de una belleza lejana, una belleza demasiado alta, inalcanzable. Pero no es así”.
“La Inmaculada pues no es un mito, ni una doctrina abstracta, ni un ideal imposible; sino que es la propuesta de un proyecto hermoso y concreto, el modelo plenamente realizado de nuestra humanidad, a través del cual, por gracia de Dios, todos podemos contribuir para mejorar nuestro mundo”, subrayó.
En la homilía de la Misa que presidió en la Basílica de San Pedro junto a los 21 nuevos cardenales que creó ayer en el Vaticano, el Santo Padre enumeró varios de los desafíos a los que debe hacerse frente en el mundo de hoy, donde muchas veces no hay “ni amor, ni felicidad” y tampoco libertad.
“Quien le falta el respeto al padre y a la madre, quien no quiere hijos, quien considera a los demás como un objeto o como un fastidio, quien considera el compartir como una pérdida y la solidaridad como un empobrecimiento, no difunde alegría ni futuro”, alertó el Papa Francisco.
“¿De qué sirve tener dinero en el banco, comodidades en los departamentos, falsos ‘contactos’ en el mundo virtual, si luego los corazones permanecen fríos, vacíos o cerrados? ¿De qué sirven los altos niveles de crecimiento financiero de los países privilegiados, si medio mundo muere a causa del hambre y de la guerra, mientras los demás se quedan mirando con indiferencia? ¿De qué sirve viajar por todo el planeta, si luego cada encuentro se reduce a la emoción del momento, a una fotografía que ya nadie recordará al cabo de algunos días o algunos meses?”, cuestionó.
El Santo Padre pidió a la Madre de Dios que “su Corazón lleno de amor nos conquiste, que nos convierta y haga de nosotros una comunidad donde la filiación, la esponsalidad y la maternidad sean regla y criterio de vida; donde las familias se reúnan, los esposos compartan todo, los padres y las madres estén presentes, en carne y hueso, cercanos a sus hijos, y los hijos cuiden a sus padres”.
Sobre los nuevos cardenales, el Papa Francisco destacó que “son hermanos a quienes les he pedido que me ayuden en el servicio pastoral de la Iglesia universal. Vienen de numerosas partes del mundo, portadores de una única Sabiduría con muchos rostros, para contribuir al crecimiento y a la extensión del Reino de Dios. Encomendémoslos de manera particular a la intercesión de la Madre del Salvador”.
Papa Francisco y 3 aspectos de la belleza de María Inmaculada
En su homilía el Santo Padre destacó tres aspectos de la belleza inmaculada de la Madre de Dios: “María hija, María esposa y María madre”.
Sobre el primero, el Papa destacó que “aquí la Virgen se nos muestra hermosa como una flor, crecida de manera desapercibida y finalmente lista para abrirse en la total entrega de sí. Porque la vida de María es un continuo donarse”.
En cuanto al segundo, el Papa Francisco resaltó que María “aquella que Dios eligió como compañera para su proyecto de salvación. No hay salvación sin la mujer porque también la Iglesia es mujer”. Con su “sí” al Señor, la Virgen se convierte en ejemplo de fidelidad y lealtad.
Respecto al tercero, el Pontífice indicó que María como madre es a quien se suele recurrir ante las dificultades, porque “aquí la Inmaculada es hermosa en su fecundidad, es decir, en su saber morir para dar vida, en su olvidarse de sí misma para cuidar a quien, pequeño e indefenso, se aferra a Ella”.