1. Respeto sincero. Claudia Sheinbaum, presidenta electa, enfrenta el paro del Poder Judicial con una postura clara y firme, pero sin perder el tono conciliador. Reconoce la protesta, aunque no comparte la visión de los inconformes. La reforma, insiste, respetará los derechos laborales, desmarcándose de las críticas. Al apuntar al nepotismo en el Poder Judicial, Sheinbaum abre la puerta a un cambio profundo que promete dar más oportunidades a quienes antes sólo veían “dedazos”. Su enfoque en la elección popular de jueces y magistrados es una fuerte apuesta por la democracia. Sheinbaum sigue fiel a su compromiso de transformación.
2. Progreso. Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, mostró números alentadores en la lucha contra el secuestro, con una reducción del 77% desde 2019. Los esfuerzos entre la Coordinación Nacional Antisecuestro, que lleva Marco Antonio Vargas, y las Unidades Especializadas en Combate al Secuestro han dado frutos, con miles de delincuentes detenidos y víctimas liberadas. Estos resultados reflejan avances en una de las áreas más críticas de la seguridad en México. Aunque el panorama general aún presenta retos, es justo reconocer que, en esta importante batalla, hay victorias que benefician a la sociedad.
3. Apuesta arriesgada. El PAN mueve fichas en el tablero político y coloca a Noemí Luna al frente de su bancada en San Lázaro, en un giro que deja claro que el partido quiere renovación… pero no tanto. Marko Cortés la presenta como la cara fresca de los valores democráticos, mientras Jorge Romero, con la mirada en la dirigencia nacional, se despide de la coordinación, pero no de la escena. Este nombramiento es un mensaje: las mujeres son clave, pero el control real sigue en manos de los mismos. El reto para Luna será demostrar que no es sólo un peón en este juego de poder.
4. Con todo. Ricardo Monreal no se anda con rodeos. La reforma al Poder Judicial va, dice, con paro o sin paro. El líder morenista en el Senado asegura que el 2 o el 3 de septiembre se aprobará la reforma sin titubeos. Monreal, siempre hábil en el juego político, niega que Morena busque comprar a los magistrados del TEPJF, (Mónica Soto, Felipe de la Mata, Felipe Fuentes, Janine Otálora y Reyes Rodríguez) aunque, curiosamente, les ofrecen quedarse hasta 2027. ¿Coincidencia? Según Monreal, estos magistrados son “incorruptibles”. La promesa de que su estadía aún está en discusión suena más a un guiño que a una negociación real.
5. Comparsa. Al PAN, liderado por Marko Cortés, no le queda más que expresar solidaridad con el Poder Judicial y sus trabajadores en paro. Frente a la arrolladora maquinaria de Morena, el albiazul se aferra a su papel de defensor de la justicia, aunque su impacto sea limitado. Cortés, rodeado de su séquito, insiste en que la reforma judicial no es más que un intento de someter al Poder Judicial, pero sus palabras son únicamente un grito desesperado y no una estrategia de apoyo real. En este escenario, el partido se presenta como un sostén moral, mientras que el verdadero poder se decide en otro lado. Ahí, donde se visten de guinda.
6. Eficiencia. Eduardo Ramírez no pierde el tiempo. Apenas ganó la gubernatura en Chiapas y ya está sellando pactos estratégicos, como el reciente encuentro con Jesús Esteva Medina, próximo secretario de Infraestructura. Ramírez tiene claros sus objetivos. Las autopistas Ocosingo-Palenque y Tapachula-Talismán, proyectos que, de realizarse, serán un cambio significativo en las regiones Selva y Soconusco. Además, sumó a los constructores locales al proyecto, mostrando que va en serio. Lo interesante será ver cómo tanto dinamismo se convierte en resultados concretos. La trayectoria de Ramírez lo avala. El cambio se notará.
7. Intento. Claudia Zavala y Arturo Castillo, bajo la tutela de Ciro Murayama, consejero durante la gestión de Lorenzo Córdova, se lanzan en una cruzada para frenar el proyecto de asignación de plurinominales que el INE discutirá este viernes. Estos miembros del bando lorencista buscan armar una mayoría que derribe la propuesta, desafiando lo ya pactado en diciembre. Mientras tanto, Morena, el Verde y el PT afilan armas para llevarlos a juicio político por incumplir con su deber de respetar la ley. El choque está servido y el resultado definirá el rumbo de la democracia en los próximos años. Se viene una batalla feroz. Prepárense.
8. Nuevo guion. El PAN, por primera vez, pone a dos mujeres al frente de sus bancadas en el Congreso. Guadalupe Murguía en el Senado y Noemí Berenice Luna en San Lázaro. Aunque su liderazgo podría durar apenas 70 días, es un gesto simbólico en un partido que tradicionalmente ha sido dominado por hombres. Marko Cortés, presidente del PAN, asegura que no dejará su cargo y que estas designaciones son su apuesta por la renovación. Pero, ¡ojo!, este movimiento luce más como un parche temporal que como un cambio real. En noviembre, las cartas se rebarajarán y el PAN podría volver a lo de siempre. No se emocionen.
9. Rumores. Paloma Sánchez, vocera del PRI, asegura que Alejandro Alito Moreno no está negociando con Morena para asegurar su reelección a cambio de votos en la reforma al Poder Judicial. Lo llama un rumor sin fundamento, insistiendo en que el PRI se opone firmemente a la reforma. Sin embargo, en política, lo que se niega con tanta vehemencia es lo que más levanta sospechas. Alito, conocido por su habilidad para el manejo de las alianzas, no es ajeno a las negociaciones a puertas cerradas. El desmentido suena más a control de daños que a transparencia. En el PRI, y esto es histórico, detrás siempre hay más de lo que se ve.
10. Emociones a flor de piel. Erika Vanessa del Castillo Ibarra, diputada de Morena, rompió en llanto al expresar su tristeza por la inminente salida de Andrés Manuel López Obrador de la Presidencia. En sesión, Del Castillo no pudo contener las lágrimas mientras hablaba de lo que considera el legado transformador. Para ella, el fin de su mandato es un golpe emocional fuerte y lo expresó sin filtros en su intervención. Es un reflejo del profundo vínculo que algunos legisladores de Morena, como Del Castillo, tienen con el Presidente, algo que podría complicar la transición y adaptación al próximo liderazgo en el partido. ¿Tristeza genuina?