El pasado lunes, 7 personas fueron detenidas en París (Francia) donde se celebran los Juegos Olímpicos, mientras circulaban con un autobús de la plataforma CitizenGO que reclamaba el fin de los ataques contra los cristianos.
La acción reivindicativa está relacionada con la burla blasfema sobre la Última Cena que formó parte de la inauguración de París 2024 y que suscitó una gran polémica que llevó incluso a un pronunciamiento oficial desde el Vaticano.
En el autobús, se publicita además un sitio web en el que más de 384.000 personas se han unido a la protesta ante las autoridades del Comité Olímpico Internacional en defensa de los derechos de los creyentes.
Según ha denunciado la organización internacional en defensa de los derechos humanos, el vehículo, vinilado con el lema en inglés Stop attacks on christians (Paren los ataques contra los cristianos), fue interceptado por agentes de la Gendarmería francesa “a punta de pistola”.
Los seis miembros de CitizenGO, junto al conductor del autobús, “fueron trasladados de una comisaría a otra, siendo tratados de manera humillante y privados de comunicación con el exterior”, según denuncian en un comunicado remitido a los medios.
Tras apartar de la circulación el vehículo, CitizenGO denuncia que la Fiscalía parisina inició actuaciones contra los detenidos, aunque en la tarde del martes, casi 24 horas después, se les ha comunicado “que no van a interponer cargos contra ellos”.
Para CitizenGO, este suceso es “de extremada gravedad” y supone “un nuevo ataque a la libertad religiosa y a los cristianos, tal y como ocurrió en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos”.
CitizenGO: “Los gobiernos woke se están volviendo cada vez más totalitarios”
El presidente de CitizenGO, el español Ignacio Arsuaga, ha anunciado que van a interponer una demanda contra el presidente de la República de Francia, Emmanuel Macron, la Fiscalía General del país y la Gendarmería.
Arsuaga denuncia que “los gobiernos woke se están volviendo cada vez más totalitarios” y que lo sufrido por los miembros de su organización revela “que la ideología woke pretende acabar con los símbolos cristianos”. En este sentido, ha recordado que “lo mismo está sucediendo en España con las amenazas del Gobierno [de España] al Valle de los Caídos y la Cruz más grande del mundo”.
“Los Juegos Olímpicos de París serán recordados por su constante ofensa al cristianismo y la fe, a los valores fundacionales de Europa y Occidente” ha subrayado Arsuaga, quien sostiene que “lo ocurrido en París nos motiva a reforzar la defensa del Valle de los Caídos”.